¿Quién coño eres Ray?

Con esta expresión le recriminaba su mujer Abby Donovan (Paula Malcomson) a Ray Donovan su actitud en una de las escenas. Y es que nuestro asesino de hoy es especial. Su vida es como una moneda, tiene dos caras, conviven juntas pero nunca se encuentran.

Abby y Ray Donovan

Ray Donovan (Liev Schreiber) lleva una doble vida. Se codea con los ``peces gordos´´ de Hollywood y les resuelve todo tipos de problemas, sin escrúpulos. Pero a su vez, es un padre de familia en uno de los barrios más adinerados de Los Ángeles. 

Y es que nuestro ``cuarentón´´ trajeado con cuerpo de boxeador desborda ``sex-appeal´´. Ninguna mujer se resiste a su actitud chulesca y pretenciosa, y no es raro ver cómo le suplican sexo, como si de agua se tratase.

De Boston con raíces irlandesas en uno de los barrios humildes de la ciudad, se crió con la amargura de ver como su madre moría y su padre les dejaba de lado a él y sus hermanos. Maduró demasiado pronto, ya que siendo un adolescente se tuvo que hacer cargo de sus tres hermanos, desgraciadamente una de ellos se suicidó. Un hecho que le marcará toda su vida.

Su padre Mickey y Ray

Ray Donovan es un asesino a sueldo, que no mata por placer sino por dinero. Pero a la hora de ``apretar el gatillo´´ no le ``tiembla el pulso´´. Mejor escúchale porque siempre te otorgará una segunda oportunidad, a veces a un precio alto, pero tú tienes la última palabra, si vivir o morir.

Es capaz de asesinar a una persona con un bate de béisbol y a la media hora estar jugando con sus dos hijos adolescentes. Pero sin perder nunca ese lado tan protector con la familia.

Cuando asesina, es muy meticuloso con el protocolo: Primero mata; Segundo, elimina toda prueba que pueda involucrarle en el homicidio; y tercero, hará desaparecer el cuerpo.

Abandonado por su padre, el suicidio de su hermana, el abuso sexual por parte de un cura a su hermano pequeño son los desencadenes de la frialdad con la que coge un arma y asesina sin remordimientos. En definitiva, si te cruzas con Ray Donovan, Agacha la cabeza, cruza de acera y múdate.

Ray Donovan